Dalet es una letra del alfabeto hebreo que hace referencia a la puerta. Una puerta sin dintel que permite ir a través de. Un ir desde el vacío a la forma sin dimensiones. Habla de una travesía del desierto, pasos obligatorios que se dan infinitas veces en el camino de la evolución.
Este símbolo, esta energía que nos permite cambiar de lugar es la fuerza motora de esta creación para siete bailarines y dos músicos.
Es esta idea de paso y camino, el punto de partida en el que varios personajes actúan en la toma de decisiones. Figuras que apoyadas en el grupo dan sentido a un paisaje lleno de símbolos que tienen que ver con la naturaleza, su conquista y reinterpretación.
Subvencionado por el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid.
Colabora: Centro Coreográfico María Pagés, Centro Coreográfico Canal y la Compañía Nacional de Danza